Desengarcharse de las redes para descubrir lo que hay fuera

Llevamos mucho tiempo escuchando los beneficios y los perjuicios de las nuevas tecnologías, de los smartphones, de las redes sociales etc… en nuestras vidas.

Se suele hablar mucho de la dependencia de jóvenes y adultos y de los problemas que eso provoca, pero también de que muchas de estas nuevas formas de comunicación han venido a facilitarnos muchas cosas. Todo tiene sus pros y sus contras…

En este caso vengo a hablaros de la influencia negativa que los teléfonos móviles y aplicaciones como Whatsapp o Facebook o Instagram etc.. ejercen sobre los estudiantes extranjeros que recibimos en nuestros programas y que vienen a pasar una semana, un mes o varios meses en España, para aprender español e integrarse y conocer nuestra cultura.

Salir de nuestra casa, nuestro barrio, nuestra familia, de nuestra zona de confort, como se dice ahora, supone estar dispuesto a emprender nuevas «aventuras». Llegar a cualquiera de nuestras ciudades en España, supone enfrentarte a la dificultad de un idioma que quizá no manejas bien, a los hábitos de una familia que te acoge o de unos amigos que has conocido a los que tardas en adaptarte, a calles nuevas, a perderte, a sonidos y situaciones nuevas en tu vida, a reirte de lo que te ocurría al principio y ya no te ocurre, a descubrir sabores, rincones etcétera etcétera… ah y a contar todo esto a nuestros amigos y familia en nuestra ciudad de origen, pues a la vuelta o en alguna llamada esporádica de teléfono.

Pues como pueden suponer esto ha cambiado de una forma radical. En los últimos tiempos nos encontramos con que muchos de nuestros estudiantes no se «desenganchan» de su país de origen, de sus amigos y familia, ni siquiera de sus hábitos. Es más se enganchan a sus ordenadores para seguir viendo sus series favoritas (en su idioma claro), a sus teléfonos para estar en continuo contacto con amigos y familia, a encerrarse en sus habitaciones para aislarse del mundo exterior, y en definitiva a vivir una historia de cara a Instagram y a Facebook que no es real.

Se están perdiendo un oportunidad de oro, se la pierden en muchos aspectos los que son adictos a las nuevas tecnologías. Pero nuestros estudiantes se pierden el doble, porque todo debería de ser nuevo para ellos. Sin embargo en algunos casos (no en todos) no quieren novedades o mejor dicho las nuevas tecnologías les impiden descubrirlas, prefieren contar que se lo están pasando muy bien desde la soledad de su habitación.

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